Toda esta densa región bermeja se amontona alrededor de un gran hueco o valle sin fondo, de aire azul grisáceo, donde floto en vientos oscuros, con una polvareda de gente, y otros hombres solos en forma de aves y globos. Aquí se flota más para arriba. Y abajo sigue fantasmalmente la ciudad sólida y su población.
Paso luego a mejor vida de color plata grisácea. Allí van como quieran flotando vagamente muchos grupos, andan en procesiones o piensan reunidos. Allí bogan nubes con kioscos grises –de nácar, metal y fieltro- con pensadores sentados alrededor de ellos.
Voy flotando allá lejos. En el fondo, veo una ciudad en una niebla de muchos colores cambiantes. Sus palacios orgánicos y chozas biológicas son de armazón y pensamiento. Se transforman continuamente, se agrandan o se achican; ya son de postes y cimbras y cúpulas, ya de muros lisos de parches fosforescentes, ya pululan en cúmulos orgánicos, ya temblequean como andamios hechos en cúmulos orgánicos, ya temblequean como andamios hechos de un material como vidrio. Se mudan, suben, se hunden, se interpenetran, se separan, y repiten lo mismo.
Yo ya cansado de mirar me aturdo y olvido, me falla la vista.
A continuación el original escrito en Neo-criollo (lenguaje inventado por el mismo Xul Solar)
Es un Hades fluido, casi vapor, sin cielo, sin suelo, rufo, color en ojos cérrados so el s agítado en endotempestá, vórtices, ondas y hervor. En sus grumos i espumas dismultitú omes flotan pasivue, disdestellan, hai también solos, mayores, péjoides, i perluzen suavue
Se transpenvén fantasmue las casas i gente i suelo de una ciudá sólida terri, sin ning rapor con este Hades, qes aora lo real.
Toda esta región rufa densa se montona redor gran hueco ho valle sin fondo, de aire a; gris, do floto en vientos oscuros, con polvareda gente, i otros omes solos ávoides i glóboid Aqise flota más upa. I siga fantasmue la ciudá sólida yu i su pópulo.
Paso luego a mejor vida, gris plata. Yi qierflotan flojue muchos crupos, procesionar pensan reúnidos. Yi bogan nubes con qioscos grises --de nácar, metal, fieltro-- con pén res circunsiéntados.
Lentue me hallo en cielo leve ciéleste. Su ánimo es de tarde verani, niebli.
Plantas de a un zigzag se biomuevan i canturrian. Xu color qiervaría de granate a rós~ Están sobrs loma floti del mismo aire mas denso, soesfúminse. Yi yuxtavuelan pájaros co huevos pintos, no con alas, sino con muchas cintas.
Otrur hai muchas columnas color, sin suelo, qe sostienen nube techo: es templo floti qe oran muchos. Cuando se teocoexaltan se hinchan, xus auras irradian vita, talue qe alz la nube techo i circunseparan las columnas, i todo se ferviagranda i sanluze.
Otrur hai obelisco ancho ho torre, bambolea por su base flotifloja. Su primer piso, libros piedra, encima libros barro, encima libros leña, encima libros rollo, la cima libr Casi como torre naipes, erizada de cintas papel i banderolas, perivuélada de letrienjamb moscue, yuxtarodeada de qizás mangente vaga estudi. En el poco suelo floti sueñan much yi mérgidos.
Floto voi allén lejos. Hónduer en niebla plurcambicolor veo ciudá. Sas biopalacia biochozas, de armazón i pienso. Se pertransforman, se agrandan o achican; ya son de pos i cimbras i cúpulas, ya de muros lisos en parches fosfi, ya pululan en biocúmulos, ya temt qean de andamios seudocristal. Se desplazan, suben, se hunden, se interpenetran, se sepa i reidem.
Casas hai qe arden, flamean upa, pero no se destruyen, se ñe construyen más. Xu fuego es vita, i a mayor incendio, más palacio senancha i crece. Casas hal qe contagian incendian a las vecinas qe ídem ídem, i así sextiendan los barrios. Xu yi gente también, coflamea i se coabulta: debe ser ella la causa fuegui, por pensiardor.
Casas hai qe fervihiervan hasta qe revientan como bomba ho geiser o humo; pero no se ñe destruyen, se circunreconstruyen; xas trozos fervicrecen en sucursales lejos qe alfin se crecijuntan, dismontón torre mahimás, sobre circumbaldio menoimenos.
Casas hai qe suicrecen en todo séntido, sesgue, horizue, yuso, upa, gordue; i zumban, chirrian, crujen, disparlan.
Casas hai que se atrofian i encojen hasta no verse más, cuando xa gente muertinace a mejor vida en mejor cielo.
Casas hai de ilusión sobre cerros humo: se cambipierden.
Entonces abarco el suelo desa ciudad, el qes una sunnube, qes varios titanes vagos flotiacuéstados.
Grandes mangas o tubos ñe circunsalgan a lo vacuo: serian cloacas o chúpores, no sé.
I so esa ciudá hai otra ciudá'l revés, hosca, oscura i lenta qe vive i crece yuso, i sa gente también. El nadir es hondo, hosco, oscuro, brúmoso: qizás el manmundo, algún gran yermo.
Reveo la otra ciudá upa. Columnatas como cienpiés viaján a distrancos. Son discípulos tiesos, llevan maestros cúpulas, de rópaje ancho techue. A tumbos sobre chusma cieli suifeliz, qierrevuelta en bruma i cuágulos i bocetos de pienso: gelatina menti. Van a lejos, a lo vacuo.
Veo hai algunas mui moles pagodas de solos libros, qe se incuerpan a xus tantos léctores --qe no leen, masbién vitichupan ciencia i sofia.
Sexpandan, ondulan vocerios de todas las linguas i de muchas otras pósibles. I xas enjambres letras, i marañas glifos, i disfonéticas i copluracentos, como muchos qierhumos, se apartan o juntan, se contramueven o aqietan, en orden o no, forman, reforman séntido i argu siempre neo.
Estrellas, sólcitos, lunas, lúnulas, luciérnagas, linternas, luces, lustres; doqier se vidienredan a la ciudá se constelan i disconstelan, se qeman, se apagan, cholucen, llueven, vuelan.
Es un perflujo i reflujo de brisa i flúido i ráfaga i sones i humos olor; la luz percambia, en lampos color, calor, claroscuros, en ánimo.
Yo ya veicánsado me aturdo i olvido, disveo.
Todo palidece, i se borra. Ya parece qentro a mayor cielo qes otra noche, qes luego más noche, qes más, teonoche honda sólida neara. ae mantemo i mistiamo; yo me yi exdisolver~'o.
Pero algo vago inmenso se interpone'ntre mi i lo teonoche; como gas plurcolor. Se define más, i es un mandivo indefinido, cielidiámetro. Su testa tras mí, sus pies ante mí, en el contrahorizonte, i sus manos sobre mí, ganchipuntitóqinse, son oranje; su rópaje, cambicolor indeciso en parches.
Sobre su testa florece aora flor luz blanca. Su cuore punzó irradia luz rósea, su pudenda granate's sólodeluz.
Sento como qentro al mandivo, qe me yi arrobo.
Pero ya la llámada desta Terra desde yu me oprime'l pecho cuerpi; i vuelvo a mí mui perDenue.